domingo, 10 de mayo de 2009

Una gaita sonará en Los Andes



Transcribimos parte de una nota de la que es autor Juan Ventura Lado y fue publicada el 5/5/2009 en La Voz de Galicia, uno de los diarios más serios de España.

“La competición del motor más exigente del mundo, un piloto de la Costa da Morte como protagonista, Buenos Aires de testigo y una casualidad como detonante.

Esos son los ingredientes que traerán hasta Fisterra la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, una de las iniciativas humanistas que más interés ha suscitado en los últimos tiempos y en la que ya se han involucrado miles de personas en 90 países.
“Entre esos participantes, que tratarán de cubrir más de 160.000 kilómetros a través de los cinco continentes, estará Fran Gómez Pallas, el motociclista carballés que, según relata, se involucró en la marcha, casi sin saberlo.
“(…) El proyecto del que habla Gómez Pallas empezó a gestarse en el Centro Mundial de Estudios Humanistas en Punta de Vacas (Argentina) el 15 de noviembre de 2008. Los allí reunidos decidieron poner en marcha una iniciativa a escala global para que «el diálogo vaya sustituyendo a la violencia en cada rincón del Planeta», gracias a la unión de todas las fuerzas pacifistas activas del mundo.
“La idea final consiste en enlazar los dos extremos del planisferio, Nueva Zelanda y la citada Punta de Vacas a través de una larga marcha en la que van a participar deportistas, políticos, activistas sociales, personalidades y ciudadanos de todos los confines de la Tierra.”


Lo demás lo sabemos. Pero lo más bonito de este hecho es que Gómez Pallas está buscando que alguna entidad “le ceda una gaita que pueda llegar al final del camino. El objetivo es que alguien en Punta de Vacas pueda llamar a la paz, con los acordes del instrumento más representativo de la cultura gallega como melodía de fondo.”
Una sorpresa agradable, otro regalo de los muchos que trae la organización de la Marcha. Ojalá que el piloto pueda venir con el instrumento que identifica a Galicia. Nosotros ya tenemos la promesa de un abuelo, gallego y humanista, para que la gaita suene en Los Andes por la paz y la No Violencia: “Que Fran consiga la gaita, nosotros ponemos el gaitero”.

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